Dicen que hay que beber para
olvidar, pero por más que bebía Valeria, no era capaz de sacarse a Javi de la cabeza. Desde que
había conocido a Cristian, cada vez sentía algo más fuerte por Javier. No podía
negar que Cristian le atraía. Mucho. Hasta límites que le daba miedo reconocer,
pero lo que sentía por el chico-de-sonrisa-enamoradiza era mucho más fuerte.
- Te doy un dólar por tus
pensamientos.
Val se giró y se encontró con los
ojos cautivadores de Cristian.
- No creo que te guste saber lo
que estoy pensando. –Respondió Val, sabiendo lo que el chico pretendía hacer
con ella. ¿Quería ella realmente lo mismo? Aunque quizá una buena ración de
sexo fuera lo mejor para acabar con el fantasma desnudo de Cristian en su
cabeza y acabar de aclarar lo que sentía por Javi.
- Si estás pensando maldades, no
se si quiero escucharlas…
- Igual hay maldades que si que te
gustan… -le susurró Val al oído haciendo que a Cristian se le erizara el vello
de todo el cuerpo.
- ¿Me estás queriendo decir algo?
- Bueno, quizás si… ¿Te gusta
hacer locuras?
- Me gustas tú. Creo que eso es
motivo suficiente para hacer todo lo que me pidas.
- Hmmmm… me gusta que estés tan
dispuesto. Para T-O-D-O.
- ¿Sabes una cosa, morena? Tú has
sido mi primer y único deseo de Año Nuevo.
Al escuchar aquellas palabras,
Valeria pensó que su deseo no había sido con él. Tenía a otra persona en mente,
pero ella había empezado ese juego esa noche, y ahora no se podía echar atrás.
- Pues espero estar a la altura de
tu deseo, al menos por esta noche. –Contestó con sonrisa pícara.
Mientras, Miriam se divertía con
el resto del grupo pero sin dejar de observar a Valeria en ningún momento “¿Qué está haciendo esta loca? No será capaz
de liarse con él…”
Pablo, por su parte, se reía ante
la situación que estaba viviendo su amigo, Y es que, Cristian, siempre había
sido el cazador, pero esta vez el cazado había sido él. “Cambio de papeles”, pensó Pablo mientras seguía sin dejar de reir.
Viendo el exito de su amigo, se
acercó bailando sensualmente hacia Miriam, la abrazó por la cintura y empezo a
bailar con ella, que pronto entró en el juego de aquel chico provocándose
mutuamente. Ella necesitaba demostrarse a si misma que Héctor no le importaba y
tener algo con su nuevo amigo le pareció la mejor opcion para echar al otro de
su vida. Algo que esperaba que no le costara mucho, ya que prácticamente a
Héctor no lo conocía.
- Mirala... ¡La que me decia loca!
-Comentó Valeria divertida.
- Déjalos tranquilos y vámonos
juntos al baño. Te recuerdo que tengo un deseo pendiente... -Dijo Cristian con
la voz ronca y un tono muy sexy.
- Dame un segundo que antes quiero
hacer una cosa.
Algo llamó la atencion de Miriam
mientras besaba a Pablo y permitía que las manos de éste se perdieran por su
cuerpo.
- ¿Qué estás haciendo? -Preguntó a
Val, intentando poner cara de enfado, pero sin mucho éxito.
- ¿Yo? Nada. -Respondió poniendo
cara de niña buena- Esta foto para el facebook.
- ¡Ni se te ocurra!
- ¡Tarde! Y como sigáis así voy a
tener que poner rombos a las fotos... ¡Controlar vuestra furia española!
–Comentó una divertida Val sin poder controlar su risa.
- ¿Acaso tú la estás controlando?
- Yo tengo todo bajo control. De
hecho, me voy al baño. Luego vuelvo...
- ¿Voy contigo?
- No, gracias. Ya me acompañan. –Y
guiñando un ojo a su amiga se fue, perdiéndose entre la multitud, de la mano de
Cristian.
Miriam no entendia lo que estaba
haciendo su amiga. Si estaba loca por Javi ¿Por qué hacía esto? Tendrian que
hablar cuando estuvieran a solas. “Si
Javi estuviera aquí, todo sería diferente”. Mientras pensaba en esto, Pablo
volvió al ataque. Sus manos cada vez mas atrevidas recorrian cada centrimetro
de ella, mientras ella dejándose llevar, empezaba a recorrer el cuerpo de él
sin ningun pudor.
- ¿Volvemos al hotel, o quieres
que nos llevemos una denuncia por escandalo publico?
- Me parece a mí que los que se
van a llevar ese souvenir son
nuestros amigos...
- Cristian es abogado. No les
pasará nada. –Y dicho esto le dio un beso en la punta de la nariz para
tranquilizarla.
- Pero como yo no quiero correr
ese riesgo, nos vamos a mi hotel.
- Es la mejor idea que has tenido
desde que te conozco.
- ¡Tonto!
"Val, me he ido con Pablo a
nuestro hotel"
Mientras Valeria cruzaba la sala
de fiestas, de la mano de Cristian, vio como su móvil parpadeaba ante la
llegada de un nuevo Whatsapp. Sonrió al ver como su amiga, por fin, se había
decidido a hacer algo con su vida.
"Disfruta guarrilla",
fue su contestación.
Sin embargo, ella no podía creerse
que fuera a liarse con un casi completo desconocido. Nunca se había comportado
así. Pero era algo que necesitaba en ese momento. Desde que lo había dejado con
Javi, unos meses atrás, no había vuelto a estar con nadie que no fuera él, y su
cuerpo le pedía a gritos que hiciera una locura. Y Cristian le atraía mucho.
Estaba convencida de que la noche con él iba a ser inolvidable.
El 2012 no había hecho nada más
que comenzar...